Al terminar de vestirme salí de mi piso y mientras cerraba la puerta y tarareaba The Monster (De Rihanna y Eminem), me topé con el vecino de en frente, Alex... Unos 3 años mayor que yo, bastante majo y muy mono por cierto. Nos vemos casi todos lo días, pero entre nosotros solo nos sabemos nuestros nombres. Ni si quiera he entrado en su casa... Ni el en la mía si soy sincera...
Alex
Alex: Hola 
Emma: Eeem ¿Yo?... ¡Ah si! Hola vecino
Me distraí un poco... Creo que hice el ridículo como nadie...
Alex: ¿Te apetece pasar?
Emma: No-no, gracias... Ahora me voy a casa de una amiga y no puedo... Otro día, quizás...
Alex: Vale, otro día
Nos sonreímos y bajé las escaleras... Es increíble que después de 4 meses viviendo aquí, viéndolo diariamente, justo HOY que me voy a casa de Mabel, me invita a pasar... Que asco las coincidencias.
Crucé la calle y entré en el Dunkin Coffe de la acera de en frente, (Una gran ventaja vivir cerca de una tienda de donuts). Compré una caja de 12 donuts, un capuchino y un batido de chocolate porque a Mabel no le va mucho el café... Me monté en el autobús que me dejó a 1 calle de su casa, hasta seguir andando y llamar a la puerta.
Mabel: ¡Buenos días!
Dijo con una sonrisa brillante
Emma: Me caes mal ¿Lo sabes?
Mabel: Pasa... ¿Y eso?
Mabel cerró la puerta
Emma: Porque justo HOY... Que me vengo a tu casa... Alex me invita a entrar
Mabel: ¿Quien el vecino?
Emma: Si... EL VECINO...
Mabel: Ah... Lo... ¿Siento?
Emma: Da igual. En vez de cupcakes traí donuts, ¿No te importa no?
Mabel: Nope ¿Son del Dun...?
Emma: ¿Dunkin Coffee? Exato. También te he traído un batido y para mi un capuchino
Mabel: Vale... Vamos a comer al salón
Nos trasladamos al salón, puse la caja de los dulces sobre la mesita del café junto a los dos vasos de plástico con las bebidas. Al abrir la caja la habitación se inundó de un olor muy dulce y placentero, y a Mabel se le iluminó la cara de ver tanta belleza de un porrazo.
¡Ñam, ñam!
Se fue a coger el donut azul para llevárselo a la boca cuando empezamos a escuchar las grandes zancadas que daba Brian... Seguramente por el olor de los dontus, (De tal hermana tal hermano, jejeje). Mabel tuvo que volver a dejar su donut en la caja para encargarse de negociar con su hermano para que nos dejara en paz...
Brian: ¡DADME UNOOO!
Mabel: No
Brian: Pues entonces, me quedaré aquí hasta que no os termine de contar la historía de la invasión extraterrestre del paleolítico...
Mabel: Pues vale
Brian: ¡Con TODO detalle!
Mabel: Eso ya no vale tanto...
Brian: Y es larga
Emma: ¡Yo quiero!
Mabel: ¿Que donut quieres?
Brian: El azul
Mabel: ¡Pero ese es mío!
Brian: Hace millones de años que existían los dinosaurios pero nadie se dio cuenta de que también vivían extraterrestres en aquella época...
Mabel: ¡CÓGETELO! Sin que te vea...
Brian: ¡Gracias! Eres la mejor
Mabel: Si, lo que tu digas...
Emma: ¡Jajajajaja!
Me atragantaba... Entre la pelea tan estúpida y que no pudo comerse el donut, yo tenía la suerte de hacerlo pero casi me quedo asfixio con tanta miga y tanto azúcar. En fin, Mabel, volvió a coger otro donut, (Esta vez rosa). Cuando se lo volvió a llevar a la boca, llamaron a la puerta... Esta vez si que me reí, casi me muero, jejeje. En el acto, Mabel estrujó el donut en símbolo de enfado, lo estampó contra el plato, se levantó bruscamente y se fue a la puerta haciendo aspavientos y refunfuñando.
Mabel: ... Es que, no... Mi momento del donut matutino no tiene respeto... Dios mio... ¡¿QUIÉN SE ATREVE A LLAMAR JUSTO CUANDO...?! Hola, ¿Que haces aquí?
Ed: Dios... Después de lo que hacer no se si responderte
Mabel: Je-je... Pasa... Ed, esta es Emma
Emma: Una fan
Dije echándome el pelo para atrás y levantándome para extenderle la mano. 
Ed: ¿Qué coméis? Um... Bollos con agujeros...
Mabel: Si eso mismo... ¿Que querías?
Ed: Era para ver si estaba tu padre y ya veo que no, así que me voy...
Emma: ¡No quédate!
Mabel: Eeemma...
Emma: Vale... ¿Por favor?
Mabel: ¡Emma!
Ainhoa: ¡Hola chicas!
De repente aparece Ainhoa de detrás de la puerta casi entornada y tomándose un batido de frutas.


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