Llegué a mi casa y abrí la puerta patosamente mientras buscaba la llave adecuada. Hasta que por fin entró... Peeeero, no daba vueltas. Metí una llave que no era y se ha quedado atascada: No se puede sacar ni girar ¡Que buen momento! Apoyé mi cabeza contra la puerta y me golpeé varias veces demostrando mi estupidez. Y entonces, me acordé del portero, que seguramente podría ayudarme en esto. Como era un edificio únicamente de 3 pisos, no tenía ascensor. Bajé corriendo las escaleras y al doblar una esquina apareció Alex con las bolsas de la compra... Nos chocamos y me pringué la camiseta con los huevos, el aceite, leche y trozos de bollitos de crema.
Alex: ¡Lo siento mucho Emma!
Emma: Joder... ¡No te disculpes! Fue mi culpa...- Dije mientras intentaba quitarme lo que tenía en la camiseta con un pañuelo que me dio.
Alex: ¿Que ha pasado? ¿A que venía tanta prisa?
Emma: Verás... Confundí la llave de la puerta de mi casa y se ha quedado atascada, el casero viene en media hora y se me ocurrió acudir al portero para que me ayudara a sacar las llaves bueno... El resto ya lo sabes
Alex: ¿Portero? Emma, no tenemos portero
Emma: ¿A no? Y el hombre ese que está aquí todas las semanas... Ese que es calvo y gordo que siempre va vestido igual, ¿No es ese?
Alex: Ese es el casero...
Emma: ...
Me di cuenta de que Alex bajó la mirada y se fijó en todo mi tronco, (O los pechos, no lo se). Me miré yo también al ver que ponía cara rara y con una pequeña sonrisa a la vez ¡Geniaaal! Me llene entera la camiseta de leche y aceite y me trasparenta el sujetador... Hoy me pasa de todo.
Emma: Ups... Eeem... Será mejor que me tape- Dije cruzándome de brazos justo en frente de mis pechos.
Alex: Si-si quieres... Pasas a mi casa y te cambias- Dijo entrecortado mientras quitaba dificilmente la vista del accidente.
Emma: Va-vale gracias
Le ayudé con lo quedaba aún intacto de las bolsas de la compra y lo subí con en. Entré y me pareció un pico bastante acogedor y ordenado para ser la casa de un chico que tiene pinta de salvaje...
Alex: Acomódate, ahora te enseño donde está el baño y todo eso para que puedas ducharte y esas cosas... Pero... ¿La ropa interior?
Emma: Uso unos calzoncillos tuyos- Dije como si no me importara
Alex: ¿E-en serio? Bueno si quieres...
Emma: Vale, gracias.
Me dirigió al baño mientras miraba a todas partes de forma curiosa, como un niño en una tienda de caramelos. Llegamos y señaló toda la habitación con un movimiento de brazo.
Alex: Este es, el baño... Ahora te traigo las cosas- Dijo mientras se iba hacia su cuarto.
En breve, volvió con una sudadera gris y unos calzoncillos... En ese momento me dio un poco de corte, la verdad... Pero no me importó, hice cosas peores en otras ocasiones. 
-Narra Ed:
Entramos en la casa de nuevo, y Mabel se dirigió a la cocina a prepararme el té, mientras, esperaba en el vestíbulo... Un poco cortado. Pero se me vino una melodía a la cabeza que no podía quitarme, me salió así como así, y necesitaba algo para comprobar que suena bien. Así que me subí a la habitación de Mabel mientras marcaba en pulso con la cabeza y tarareaba. Al entrar, fui corriendo a coger la su guitarra y a tocar lo que tenía pensado.
Ed: Acorde G... Luego... ¿E? No, no... A ver como... ¡Si! Ahora si queda bien la E... Eeem... No aún no...
Mabel: ...¡ED, EL TÉ!...
Ed: G... Luego Am...
*Os juro que no la estaba escuchando*
Mabel: ¡EEEEEEEEED!
Ed: Na na na na...
Mabel: ¡EEED HE JUGADO A LA QUINIELA Y ME HAN TOCADO 50 MIL LIBRAS! No, poco creíble...
Ed: Así está bien...
Escuché como subía las escaleras pero seguí con la mirada fija en las cuerdas. Mabel abrió bruscamente la puerta y seguía concentrado.
Mabel: Ed te he dicho que...
Ed: Am... E... y G...
Vi de reojo como Mabel echaba una pequeña sonrisa u justo cuando giré la cabeza para verlo se volvió a poner seria para disimular que le hizo más gracia que rabia verme allí con la guitarra.
Mabel: Te-te he estado llamando desde hace un rato... ¿Qué-que haces con mi guitarra?
Ed: Hacer tortitas... ¡¿Que voy a estar haciendo, Mabel?!
Mabel: Hum... Te recuerdo que es mi guitarra
Ed: Ya, y la mía está en mi coche pero era urgente...
Mabel: Si bueno... ¿Bajas?
Ed: Eem... Si
Dejé la guitarra donde estaba al llegar al cuarto y cerré la puerta. La guitarra sonaba fresca y agradable, me gustó mucho... 
(Es mi guitarra de verdad eeeh?)
-Narra Ainhoa:
Me tiré las últimas 2 horas amasando magdalenas y croissants para que mañana por la mañana estén listos para hornear y las manos me apestaban a hojaldre, harina, huevos y leche. Me restregué la suciedad por el delantal y mi madre me ordenó que limpiara la barra y que fuera a cerrar la tienda... Y como buena trabajadora que soy, lo hice. Saqué la fregona y puse todas las sillas sobre las mesas y la pasé, luego limpié el mostrador con un paño húmedo y mientras, miraba la hora para hacerme una idea cuanto me quedaba hasta poder ir a casa de Mabel. Hasta que sonaron las campanitas de la puerta y vi a un chico entrar mirando a los lados y cruzar la tienda hasta llegar en frente mía.
Ainhoa: Estamos cerrando... Lo siento, vuelva mañana...
Chico: Eeem... Solo venía a por un pedido que hice
Ainhoa: Le he dicho que estamos cerrando, pásese mañana...
Chico: Por favor, será solo un minuto... A parte, en el cartel pone "ABIERTO".
Fruncí el ceño y lancé el paño sucio al fregadero, me volví a apoyar en el mostrador y le pregunté sin ganas.
Ainhoa: ¿A nombre de quién?
Chico: Ashton, Ashton Irwin... Son 4 magdalenas...
Ainhoa: ... De chocolate, si lo sé, viene aquí...
Chico: ... Borde...- Susurró.
Ainhoa: Gracias, lo tomaré como un cumplido- Dije mientras le daba la caja de su pedido- Serían 6,5 libras por favor...
Chico: Toma- Respondió mientras me entregaba el dinero- Me llamo Ashton, encantado, ¿Y tu?
Ainhoa: Te da igual...
Chico: Muy bien Señorita Tedaigual, espero verla de nuevo... Que tenga un buen día- Se dirigió a la puerta y cuando la abrió se giró e hizo una profunda reverencia.-
Ainhoa: Tss... ¿De que va este?


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